jueves, 2 de octubre de 2014

ROBERT PLANT Y SU EXCELENTE "ARCOIRIS" DE RITMOS


Robert Plant conserva la voz maravillosa que nos derrotó y que nos sorprendió en el primer disco de Led Zeppelin , hace ya casi cuarenta y cinco años.
Su pelo ensortijado, su forma de vestir y su arrogancia son muestras de que no quiere ser devorado por el tiempo. Todo lo contrario. Creo que Robert Plant quiere detener el tiempo. Como si pudiera. Lo intenta.
Su décimo álbum que el escenifica como un paso hacia adelante dentro de lo que se dice música del Tercer Mundo es una alegoría extraña,misteriosa y magnífica de melodías que se imagina sobre la marcha.
En el último trabajo en solitario, Lullaby and...The Ceaseless Roar, deRobert Plant y rodeado por su banda ecléptica The Sensational Space Shifters...., no encontraremos rastro de sonidos "zepelianos", pero sí un trabajo bien producido


La mayoría del disco está compuesto originalmente por él, salvo la inquietante y palpitante "Little angel" (con ella arranca el disco) y "Poor Howard". Esto puede ser una llamada de atención del cantante a su compañero Jimy Page que sigue viviendo del pasado con sus "remasterizaciones" de las tremendas obras de arte que hicieron juntos como Led Zeppelin.


"Rainbow", su primer single, no encajaría mal en el House of the holy, huele a rock popular con toques celtas. "Embrace another fall" con un principio sutil y un final de guitarras desgarradoras,  "Up on the hollow hill" un blues sureño con sonidos espaciales, "Somebody there" suena a los cristalinos Byrds y algunas más regadas con música africana, banjos, poesía victoriana y baladas de piano que nos llevan al trance.

Sin duda alguna ,  nos encontramos con uno de los mejores trabajos discógraficos en lo que va del año 


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