miércoles, 8 de octubre de 2014

LENNY KRAVITZ - STRUT LA VIEJA FORMULA DEL ROCK , FUNK Y SOULD

Sí, considerado como una vieja gloria de los 90,  menospreciado tal vez por sus singles conocidos y porque quizá nunca nos hayamos parado a escuchar bien su música.  No se trata de hacer comparaciones con otros genios, sino de entenderlo y apreciarlo en su contexto. Que haga música más o menos comercial no debería servir para medir lo bueno o malo que es.
El nuevo disco de Lenny Kravitz se llama Strut, es el décimo en su trayectoria y no queríamos pasar la oportunidad de escuchar en qué estado vuelve el neoyorquino.
“Sex” supone un inicio de disco muy funk, con un sonido retro bien conseguido y con un groove interesante que, para mí, se rompe cuando comienza a cantar Lenny. Da la sensación de que está en una tesitura demasiado aguda y acaba resultando algo chillón. 
Si “Sex” nos ponía el funk en la frente, “The Chamber” aporta el toque disco, con una línea de bajo que parece sacada de los 70 y que es el conductor principal del tema. La melodía de la estrofa es relajada y se queda a la primera. Casa muy bien con el estribillo, que se apoya mucho en el bajo para crear un conjunto armónico rico y atractivo. “Dirty White Boots” sirve para darle un poco de ganancia a la guitarra y regresar al sonido más rockero del artista.
 Lenny no podía permitirse no tener una canción dedicada a su ciudad. Por eso, “New York City” es un homenaje en el que cuenta lo que representa para él su Manhattan querido (“She is my heart, I love New York City. She’s lived and died so many times, yeah!”, reza el estribillo). Es otro corte muy funk, con un bajo bien presente y con un groove que conquista rápido, sin duda una de las mejores canciones del disco.
“The Pleasure and the Pain” es un elegante tema bluesero, con una guitarra exquisita y unas líneas vocales con mucho feeling -  
“Frankestein” es uno de los cortes más diferentes del CD. Tiene un fraseo incompleto que se repite durante toda la canción y que, de un modo u otro, se te acaba metiendo en la cabeza. Una guitarra acústica es la encargada de introducirnos“She’s A Beast”, una balada casi country tocada con mucho gusto. La guitarra eléctrica es una delicia y el cello, viola y violín le acaban dando ese toque único.

¿Por qué siempre acabamos cantando el mismo “Happy Birthday” de toda la vida? Es probable que fuera lo que pensara Lenny, que se ha marcado un tema blues justo para felicitarte el cumpleaños. Lo peor es que el estribillo es tan pegadizo que acabarás cantándolo como un tonto.
“I Never Want To Let You Down” es otra de las lentas, pero quizá con un gusto por encima de las demás. La guitarra es tan cálida que parece que te acaricia y el estribillo, con los arreglos de viento, es todo un himno. 
Como bonus tracks encontramos “Sweet Gitchey Rose”, contundente, rockera y sensual.
“Ooo Baby Baby” cierra el disco en clave de soul. No parece que sea una canción de 2014, y quizá sea su mayor virtud, que te traslada a otra época.



Conclusión

Si estás cansado de la típica música pop del momento, no deberías perderte este Strut, un álbum con clase, con mucha riqueza musical y con una clara intención: pasar de las modas y hacerte disfrutar con una buena dosis de rock, funk y soul. Si añadimos a la mezcla la manera Lenny Kravitz de hacer las cosas (experiencia + talento), ya deberías estar dándole al play.



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